Desde el año 2000, la Fundación Toma De Mí trabaja incansablemente para apoyar a personas en situación de vulnerabilidad. Aunque nuestra organización no es grande, nuestro deseo de generar un cambio real en la vida de quienes más lo necesitan nos impulsa a diario. Somos un puente de esperanza, conectando a quienes se encuentran en circunstancias adversas con las oportunidades que pueden cambiar su destino.
Trabajamos con personas que enfrentan dificultades de movilidad, familias en situaciones económicas precarias, niños que corren el riesgo de caer en la pobreza infantil y personas mayores que viven en soledad. Nuestro enfoque no se limita a un solo lugar: hemos extendido nuestra mano solidaria a diferentes comunidades y países, siempre buscando llevar alivio y esperanza a quienes lo necesitan.
Estamos convencidos de que cada pequeño gesto tiene el potencial de generar un impacto significativo. Bajo el liderazgo inspirador de nuestra directora, Sandra Ibáñez, nos esforzamos por transformar vidas y fortalecer las comunidades en las que trabajamos. Su visión clara nos guía hacia la creación de un mundo más equitativo, donde la solidaridad sea el motor de un cambio duradero.
En Fundación Toma De Mì, no solo ayudamos, sino que conectamos corazones y transformamos realidades, porque creemos que un futuro mejor es posible para todos.
